En absoluto.
Es fundamental ilustrarse antes de hablar de SAP si de verdad se quiere defender a los menores y progenitores que sufren esta forma de maltrato.
Si bien existe abundantísima literatura científica en ámbito nacional e internacional sobre el SAP, sin embargo, en absoluto lo entiende bien la sociedad. Bien por ignorancia bien por ser víctimas de la manipulación de masas por parte de los políticos, del Consejo General de Poder Judicial – negacionista del SAP-, por el lobby feminista radical con perspectiva de género – negacionista fanatizado del SAP- y también por los medios de comunicación poco rigurosos que nada tienen que ver con el periodismo de investigación.
Solo aquel al que le han alienado a un hijo y es odiado por este sin existir sin justificación, sin existir maltrato, abuso o negligencia, y la Justicia no ha hecho nada por ayudarle, ha sufrido el desgarrador dolor de la muerte de ese hijo sin haber muerto.
Cuando dialogo sobre este tema he comprobado que la norma general es que las personas desconocen aquello de lo que hablan. Hablan por boca de ganso. Hay una absoluta ignorancia en materia de SAP. Al preguntar por este síndrome, sin pensamiento crítico te dicen que no existe porque no tiene aval científico y es un invento neomachista para maltratar a las mujeres, o que se lo inventó el psiquiatra pedófilo Richard Gardner.
La prudencia en materia de SAP debería ser una norma de obligado cumplimiento en las opiniones sobre esta materia.
Los negacionistas del SAP jamás han experimentado que un hijo los odie sin justificación y no vuelvan a verlo porque la Justicia no hace nada. No lo han vivido.
No han experimentado que un hijo les injurie sin razón o les desee hasta la muerte, o se haya autolesionado, o se haya querido suicidar. No lo han vivido. No lo han experimentado.
No pueden decir lo que se siente cuando un hijo va a declarar al juzgado de la mano con su maltratador o maltratadora psicológica, y casi siempre, después de hacerlo volverá a casa con él o con ella. No lo han vivido. No lo han experimentado ¿ Se imaginan que en este país una mujer maltratada fuese obligada a denunciar a su maltratador de la mano de este? ¡ Qué escándalo!, ¿ verdad? Pues esto es lo que sucede con los menores víctimas de alienación parental.
A las personas que de buena fe niegan la existencia de esta forma de maltrato infantil, le digo en primer lugar que antes de dar una opinión sobre un tema tan delicado se ilustren y que cuestionen y pongan en duda con pensamiento crítico lo que hasta el momento han escuchado del SAP. Y en segundo lugar, a los que ocultan la realidad de lo que cuento en la obra y a los que amordazan y castigan a los disidentes del pensamiento políticamente correcto, les digo que las injusticias cambian de víctimas con increíble rapidez y es muy probable que cualquier día les toque sufrirlas a ellos, si no les ha tocado ya.
Los negacionistas del SAP ignoran el significado de perder a alguien amado por estas causas. Solo lo comprenderán cuando sufran una de estas situaciones en primera persona o cuando las padezca un ser al que aman. Entonces, con independencia de credos o ideologías, abrirán los ojos, despertarán y tomarán conciencia real del principio moral universal que así se expresa: «Trata a los demás como quieras que te traten», «no le hagas a los demás lo que no quieras que te hagan».
Advierto que en los textos y discursos falsos de los negacionistas del SAP, y que se erigen en defensores de los derechos de los menores, no se vislumbra jamás un pasaje relativo a “maltrato psicológico a un menor”, “daño contra la integridad de un menor”, “ daño moral contra un menor”, “ daño emocional a un menor”, “ protección de la infancia”; como si nada de esto tuviera que ver con el Síndrome de Alienación Parental.
Esteban Bastida Martín.
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ISBN 978-84-19304-02-5
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